La serotonina es un neurotransmisor, una sustancia que se encarga de regular nuestro estado de ánimo. Se encuentra en nuestro cerebro y es la responsable de evitar la depresión, la ansiedad y de regular la pulsión sexual, el apetito e incluso nuestra tendencia a comprar o poseer cosas.
Esta molécula es sintetizada en las neuronas, tanto en el núcleo como en las terminaciones, aunque posiblemente las últimas constituyen los puntos más importantes para la regulación rápida de su síntesis.
La deficiencia de esta suele dar lugar a diversos síntomas como el estado mental negativo o de rechazo, baja autoestima, ansiedad, obsesiones, tristeza, irritabilidad y alteraciones del sueño.
Las causas de que nuestro cerebro produzca menos cantidad de serotonina se pueden encontrar principalmente en la alimentación y el estrés.
En el primer caso, todos los productos que contienen azúcar y harinas blancas alimentan en el intestino bacterias patológicas que alteran la ecología intestinal produciendo un incremento de bacterias anaeróbicas y matando las bacterias que tienen como función principal el metabolismo del triptófano. El triptófano es una molécula (aminoácido) precursora de la serotonina y que todos comemos dado que está presente en la carne, la banana, la leche, el huevo, por lo cual nadie debería carecer del precursor de la serotonina, si este fuera bien absorbido. El problema es que la alteración de la flora bacteriana por los productos industrializados que comemos genera la mala absorción del triptófano y por esta razón, no llega al sistema nervioso donde se producirá la síntesis de serotonina y de ahí sus acciones.
En el segundo caso referente al estrés, cuando una persona está nerviosa, angustiada, ansiosa e incluso insomne naturalmente se produce el aumento de una hormona denominada cortisol. En la actualidad sabemos que el cortisol ejerce sobre el cerebro una acción tóxica, que llega a producir la muerte neuronal. Por esta razón, el cortisol siempre va a generar la disminución de la química cerebral en general. La serotonina es una de las primeras sustancias que baja cuando hay exceso de cortisol en el cerebro.
De manera general, las mujeres producen menos serotonina que los hombres. Los vegetarianos, los niños alimentados con preparados lácteos sustitutivos de leche materna y la alimentación rica en grasas pueden ser precursores de un déficit de serotonina.
La luz solar y el ejercicio físico son ambos beneficiosos para su producción, así como la incorporación progresiva de hábitos saludables de vida.
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